Luka:
Que Alicia me viera como un extraño estaba haciendo estragos en mí, pues a pesar de que
los días iban pasando y nos llevábamos bien, parecía irse alejando cada vez más. Ella era
toda mi vida, mi salvación, mi chaleco salvavidas, mi puerto seguro y la estaba perdiendo,
tal vez de forma definitiva.
No exagero cuando digo que estaba pasando por el peor momento de mi vida, luego de su
secuestro claro.
Esa noche me sentía por demás deprimido por la situación, así que bebí de más y no lo
hago muy a menudo, pero ya saben lo que sucede cuando lo hago, aunque por si no lo
recuerdan les cuento que cuando bebo suelo cometer grandes estupideces.
‒ Disculpa, Luka, no sabía que estabas aquí – dijo excusándose Alicia al irrumpir en
el despacho
‒ Descuida, no has interrumpido nada
‒ Me alegro entonces, ahora te dejo solo haciendo… – y observó la botella de whisky
por la mitad que estaba sobre el escritorio – lo que fuera que estés haciendo
De un salto estuve junto a ella, que trató de salir, pe