Volvimos a casa y decidí almorzar una rica pizza con refresco, Lith por su parte prefirió unos bollos de arroz y Juna prefirió comer sushi, aunque los vampiros no tocaban nada mío hacían un gran mercado no sólo para mí y Manuel, sino para uno que otro invitado de otra raza.
Paula me contó que el castillo se conectaba con un gran lugar llamado el salón de los dioses, de una me fui con Paula a ver el lugar, vi que había muchos símbolos como el ojo de Horus, el rayo de Zeus.
Pudimos saludar a Afrodita quien justamente hablo con Paula para que le enviará unas cosas, el símbolo que más llamo mi atención fue el de Neptuno o Poseidón ya que no estaba iluminado y una pícara Isis me dice
Diosa Isis: no insistas, tiene días sin venir al lugar de relax.
Al verla mi reacción fue inclinarme a ella y decirle: Oh gran diosa, madre de Horus y esposa de Osiris, os agradezco la ayuda de esa vez.
Ella curiosa me ve y luego de un leve asombró dice: eres esa chica, la de la luna de fuego