El enardecido millonario Kilian Fritzenwalden busca esposa... Un encantador CEO de residencia alemana se encuentra en la búsqueda de una esposa. ¿Logrará encontrarla? A su vez; una hermosa mujer latina, divorciada de un matrimonio fallido de 5 años, cruza su camino con este flamante millonario a través de una entrevista. En el cual, ambos terminan teniendo un momento incómodo, puesto que Kilian Fritzenwalden le propone a esta latina de curvas peligrosas, si quiere ser su esposa. Sin conocerse, y teniendo en cuenta de que esté millonario está desesperado por encontrar una esposa adecuada, no toma en cuenta que está castaña le teme a las nuevas relaciones. Sus planes no son los de volverse a casar, y mucho menos, cuando únicamente de ella depende su hijo.
Leer másMiro el papel de divorcio y luego a mi ex marido a mi lado quien comienza a firmar sin dudar el papel, estaba viendo pasar 10 años de relación y con ello 5 años de casado del cual salió un niño al cual no le quiso dar el apellido pero no, eso no me duele tanto como haber perdido mis mejores años de vida a lado de un hombre que creí que era el amor de mi vida pero todo eso solo fue una farsa.
Mi madre tenía razón cuando decía que uno no terminaba de conocer a tu pareja hasta en el momento en que se termina todo, incluso el amor que creí que teníamos, el amor que solo daba yo para los dos.
— Vivían… — parpadeo un poco al escuchar al abogado que me ofrece el lapicero, lo tomo y firmo soltando mi último aliento de esperanza, termino y el abogado cierra la carpeta del divorcio, nos levantamos y mire por última vez a Mario para luego salir de la sala y encontrarme a una joven chica vestida de rojo, veo salir a Mario y esa chica lo abraza besándolo.
Había sido tonta todo este tiempo, no me había dado cuenta que me habían cambiado por una chica más joven que yo, podía sentir la rabia entrar en mis venas pero no me iba a rebajar a su mismo nivel, salgo del tribunal y veo a mi madre fuera del carro con Eliezer en brazo, mi pequeño hombrecito de 3 años, mi mamá me mira y suspiro mostrándole con mucho esfuerzo mi mejor sonrisa.
— Ya encontrara a un hombre que si te valores, Mario desde un principio no era un hombre hecho y derecho — dice ella, tomo a mi hijo aliviada de que Mario me dejara la custodia por completo a pesar de que es su hijo y que nunca lo engañé con alguien más.
— Creo que las relaciones ya no son lo mío, mamá, estaré bien estando sola — entro al carro y ella hace lo mismo entrando de piloto, arranca y me lleva a su casa en donde me quedare por un tiempo antes de conseguir un trabajo que pueda mantenerme a mí y a mi pequeño.
3 años después.
Aplaudo contenta de terminar mi columna de historia de romance anónima de la semana, hace tres años que había creído que mi vida había acabado por completo pero a mis 30 años, me doy cuenta que mi vida apenas había comenzado y bien que así fue, logré entrar a una buena revista en donde me dejan trabajar a distancia y me pagan mucho solo por entrevistar a personas y ser escritora anónima en donde recibo a diaria historia de mujeres que tuvieron un buen amor o un mal amor pero claro que estoy escribiendo una historia de mi vida sin que nadie me conozca.
Nunca había creído que trabajar desde la comodidad de mi casa fuera tan bueno, logre muchas cosas y tengo tiempo de más para criar a mi hijo, no volví a saber nada de Mario y creo que eso me hizo avanzar de mucha manera aunque a veces me siento sola en cuanto a mi vida sexual hablo y a pesar de que mi madre intenta conseguirme citas a ciegas con un sinfín de hombres, ninguno me ha llamado la atención y menos para una sola noche alocada.
— Mamá, he terminado mi tarea — me volteo en mi silla giratoria y miro a mi niño de 6 años recién cumplidos, es un niño alegre que no ha necesitado de una figura paterna porque me tiene a mí y me alegro más porque no pregunta por su padre pero me preocupa que se encierre y no me diga nada ni de cómo se siente.
— A ver, veamos — tomo su cuaderno y reviso viendo que lo ha hecho muy bien — Un aplauso para Eliezer por culminar su tarea de hoy — dejo su cuaderno en mi regazo y aplaudimos juntos — Ahora vamos a salir a comer — asiente y me levanto dejando todo apagado por hoy, nos vamos al cuarto en donde nos cambiamos de ropa listos para salir pero recibo una llamada cuando llegamos al lobby del edificio en donde vivimos desde hace dos años.
— ¿Hablo con Vivían Guerrero? — pregunta una voz con acento muy marcado cuando contesto mi teléfono viendo que la llamada viene de un número extranjero.
— Si, ella habla — respondo siendo llevada por Eliezer fuera del edificio para ir al puesto de hamburguesas que hay en la cuadra.
— Le notificamos desde la revista Vogui que se le ha concedido una entrevista para el millonario Kilian Fritzenwalden en Alemania — me siento apenas llego al puesto de comida y miro a Eliezer. — Por favor, no te niegues a entrevistarlo, ninguna de nuestras chicas quiere hacerlo y por lo que veo en tu currículo eres buena en el inglés y hasta podemos pagarte el viaje y el hospedaje — sigo mirando a mi hijo y aunque la chica que me habla me está dando la oportunidad de mi vida, no podría dejar a mi bebé por al menos una semana.
— Lo siento, pero no creo poder, tengo un hijo que depende de mí y…
— Le pagamos el viaje al niño también, no hay problema con eso, pero por favor no nos rechaces, la revista te pagara muy bien, necesitamos esta exclusiva con este magnate en negocios internacionales — me quedo un poco muda pero trago saliva y miro la cartelera en donde están los precios de las hamburguesas.
— Vale, acepto… ¿Para cuándo está programado el viaje? — pregunto, tenía la suerte de que mi hijo y yo tuviéramos nuestros pasaportes aún vigente a pesar de que nunca habíamos salido del país pero si se me estaba atravesando este tipo de oportunidad, no la podía desaprovechar, menos si mi bebé tiene la oportunidad de conocer otro país y montarse en un avión.
— La otra semana, al finalizar la tarde, sus boletos serán enviados. Con ellos se le anexará la información respectiva de dónde se alojarán y la fecha en la que reunirá con el señor Fritzenwalden, gracias por aceptar esta propuesta, en verdad estábamos en aprietos, eres valiente, buenas noches — y cuelga, miro mi teléfono y me pareció extraño sus palabras pero me dedico a pedí mi cena junto a Eliezer que ya se encontraba impaciente por pedir pero que esperaba porque yo terminara mi llamada internacional.
— Bien, vamos a pedir…
Narra Vivian.5 años después.Entonces me di cuenta que si no tomamos el riesgo de tomar ese vuelo, ese viaje o esa decisión saliendo de nuestra zona de confort, nunca sabremos a donde seremos capaz de llegar o las maravillas que nos tiene el destino y el universo.— Gracias, fue un gusto por fin conocerla, eres mi escritora favorita — dice emocionada la chica después de firmar el libro, miro hacia atrás la larga fila que se ha formado fuera de la tienda de libros y sonrío feliz por este momento.Nunca había creído que algo así pasaría en mi vida, que dejaría de ser una escritora anónima de una revista a una escritora reconocida en menos de 5 años, si no fuera por el impulso de Kilian que publicó mi libro a escondidas sin yo enterarme hasta ver el contrato en mano, yo no me encontraría aquí sentada firmando libros tras libros de mi nuevo lanzamiento.— Después de aquí, cenaremos — dice Fran, veo su vientre abultado metida en su table, terminó siendo mi manager después de dejar su carre
Narra Kilian.Dos días después.Los gemidos y suspiros de placer que suenan en nuestra habitación, mi gruñido mezclándose con los chillidos deseosos de Vivian, nuestros cuerpos llenos de sudor sintiéndonos pegajosos al tocarnos y su olor a coco y salado como la playa.— Ah… Kilian… ah sí… — entierro mi rostro en su cuello sin dejar de moverme con movimientos rápidos mientras sus piernas se encuentran en mis hombros — Ah ahí… justo ahí — chilla corriéndose por tercera vez.— Aguanta… un poco más — me separo sentándome sobre mis rodillas y bajando las piernas de mi mujer poniéndolas en mis caderas, me mira con el rostro rojo y sudoroso, jadeando de una manera increíble, provocado por el orgasmo que le he hecho llegar — Todavía no te lleno — sonrío peinando mi cabello hacia atrás con mis dedos.— Kilian… — gruño volviendo a bajar y besarla embistiéndola con fuerza escuchándola soltar gritos y maldiciones que me prenden cada vez más de manera que me obsesiona de solo tenerla bajo mi cuerpo
Narra Vivian.Eliezer me mira preparar el desayuno mientras los trillizos están cada uno en su sillita.— ¿Dónde está papá? — pregunta mi hijo con curiosidad y extrañeza de no verlo en la cocina abrazándome o ayudándome con el desayuno como cada mañana, porque si, nos hemos hecho una rutina de la cual no nos cansamos para nada y comienzo a sentirme rara mientras lo pienso así.— Buenos días… — volteamos a mirar hacia la entrada de la cocina, Kilian nos mira con una sonrisa tímida, que va más hacia a mí por lo que pasó anoche, por un lado, no debí echarlo de aquella manera de la casa, más siendo esta casa más de él que mía, aunque si leemos los términos, esta casa también es mía.— El desayuno está listo — es lo primero que digo sirviendo en la mesa, Kilian se sienta en silencio haciendo que Eliezer nos mire curioso por la situación tan extraña se ha tornado esta mañana.(…)No dejo de mirarlo a la cara, parece esquivarme la mirada desde que nos sentamos frente a frente en el despacho,
Narra Kilian.Dos meses después.Observo como Eliezer esquiva a su oponente y luego lo derriba de una sola patada, miro a mi esposa aplaudir emocionada, si hubiera sabido desde un principio que mi hijo le encantaba el karate y que lleva más de 3 años en eso, ya lo hubiera metido a la nacionales.— El ganador es Eliezer Fritzenwalden — anuncia el árbitro, Vivian chilla de emoción, tanto que terminamos levantándonos del asiento cuando Eliezer corre a nosotros.— Estoy muy orgulloso de ti, mi capeón, sigue así y conquistaras el mundo… es muy bueno en lo que hace… — digo lo último en un susurro y siento su mirada — Igual que su madre — susurro mirándola a los ojos haciendo que se sonroje, sonríe y sigo mirando hacia los competidores.— Tiene alma de guerrero — sonrío asintiendo, después de unas horas nos encontrábamos en el restaurant italiano de mi amigo Dante — Realmente bueno, nunca había me canso de una comida italiana tan buena — halaga mi esposa comiendo gusto.— Ay, pero que dices,
Narra Vivian.Un mes después.Siento como me abrazan y besan, suspiro abriendo mis ojos, levantando la mirada para ver a Kilian, vuelvo a cerrar mis ojos, volviendo a poner mi cabeza en su pecho en donde lo escucho reírse sin soltarse de mí.— ¿Te parece si pasamos las vacaciones de verano en la casa de la playa? — pregunta, lo miro sin creer que tenga una casa de verano.— Me gusta la idea — sonrío acomodándome otra vez como estaba entre sus brazos oliendo su perfumen y siento que me abraza suspirando sobre mi cabello.— Dios, me vuelve loco esta mujer — lo escucho susurrar y me río a carcajadas mirándolo, no me mira solo tiene sus ojos cerrados, me acerco y beso su barbilla — No me provoques, señora Fritzenwalden — vuelvo a besar su barbilla y luego su cuello haciendo que suelte pequeños suspiros, sus manos acarician mi espalda con suavidad.Toma mi rostro entre sus manos y me besa con pasión y delicadeza.— Deberíamos de aprovechar… — susurra sobre mis labios, sonrío aceptando la i
Narra Kilian.4 meses después.Nos encontrábamos un domingo como otro en casa de mi padre, los trillizos cumplían 4 meses de nacidos y mi hermano Káiser tuvo a sus gemelos, lo que, si no sé, es del paradero de la esposa o ex esposa de Kaspar, pero sé que mi cuñada y mi esposa saben algo que ni yo puedo saber, total, son códigos de mujeres.— ¿Me vieron la cara de estúpido? — se escucha el estruendo, volteamos a ver a mi padre que ha tirado unos papeles sobre la mesita de la sala de estar en donde estamos todos, incluso los niños en sus coches y Vivian con Margot sentadas en el sofá.Mi padre mira a Vivian con enojo, como si hubiera cometido algún crimen.— Una reportera, ex columnista de la revista Vogui… casada falsamente con mi hijo, ¿Cómo lograrte que mi hijo se casara contigo?, ¿Lo amenazaste? — pregunta y pregunta, me acerco con rapidez hacia él.— Mi mujer no tiene nada que ver con el matrimonio falso, padre, yo fui quien la obligó a casarse conmigo — suelto defendiendo a Vivian
Último capítulo