En la antigüedad…
En los frondosos bosques, cerca de la aldea de los Tups, un pueblo nómada que no hacía daño a nadie, con sus creencias y su magia ancestral, un pequeño niño de ojos claros, fuerte y cabellos rubios, jugaba junto al lago, enseñando a su padre los minerales que él mismo había encontrado.
Mientras, un hombre ajeno, observaba la escena, mientras aquel que era como un hermano para él, le molestaba con sus continuas insinuaciones.