Me había levantado de buen humor hoy.
Mi felicidad fue en aumento cuando al llegar a la universidad me encontré con Paulo... Mi mejor amigo desde que había llegado aquí, lo amaba demasiado, era una muy buena persona y era muy agradecida al tener ese tipo de personas en mi vida.
Sus vacaciones eran un poco largas, por eso recién llegaba hoy a la universidad.
—Oh Zeynep, te extrañé tanto —me abrazó fuerte, tapándome por completa, era más alto que yo y muchísimo más musculoso. Mis bellos del cuello se erizaron al escuchar el susurro en mi oído—. Estas más hermosa que hace unos meses.
Mi cara ardió y sonreí.
—Y tú estás mucho más musculoso —me separé, sintiéndome observada de repente.
Paulo agarró suavemente mi rostro y me plantó un beso muy cerca a l