~Sylvester~
Para ser sincero, entrenar después de que me fui del laboratorio de Erik fue bastante fácil. Sentí como si me quitaran un peso de encima. Aunque Jake no estaba fuera de peligro, me sentía esperanzado. No quería que le pasara nada porque sabía que él y mi madre tenían algo muy especial.
Ahora que sabíamos que estaba respondiendo bien al tratamiento, sentí que dejar que mi madre lo viera tal vez haría que Jake mejorara más rápido. Pero necesitaba hablar con ella sobre eso para que controle sus emociones cuando lo vea. No quería que se asustara al verle la piel gris.
"Leo, ¿cuándo te vas a ir al Este?" le pregunté mientras terminábamos de entrenar.
Dejó las pesas recubiertas de plata a un lado y se acercó a mí. Se veía cansado, y sabía que todo lo que estaba pasando era abrumador. Ni siquiera quería mirar a Devin, porque él fue el más afectado, quedar sin manada de un día para otro era algo difícil, pero quedar sin ni un pedacito de toda su región era algo inimaginable. Solo e