Después de una semana, Álvaro se preparó para ingresar al hospital para la cirugía.

Este asunto se mantuvo en secreto de los tres niños, solo les dijeron que Álvaro iba a operarse el apéndice.

La noche antes de ingresar al hospital, Susana revisó el equipaje una vez más, asegurándose de que no faltara nada para estar tranquila.

La noche era serena. Álvaro terminó sus asuntos de trabajo y regresó al dormitorio, encontrando a su esposa en el vestidor.

Ella sostenía una foto familiar y la miraba absorta.

El hombre la abrazó por detrás y habló suavemente:

—Escuché que Judy dice que vas a vender la empresa. Si temporalmente no puedes manejar todo, puedes contratar un gerente profesional. Yo te ayudo a encontrar talento en esa área.

Susana se recostó en su hombro y negó con la cabeza:

—Mejor la vendo.

Después de la cirugía de Álvaro, la situación era incierta.

En casa había tres niños, más el del vientre sumaban cuatro en total, todos requerían dedicación. Ella había decidido vender después