De repente, Susana miró hacia afuera de la puerta principal.

Vio a Lucas.

Esa persona estaba parada bajo el sol invernal, mirándola con cara decadente, aún llevaba la ropa de anoche. Ella recordó las fotos sensuales en las redes sociales, sintió ironía en el corazón.

Ya llegados a este punto, ¿para qué fingir sentimientos profundos?

La mujer sonrió serenamente, con alivio y también renacimiento.

Justo entonces su esposo bajó la mirada para verla, consultando su opinión, y suavemente tomó su mano. Susana levantó la cabeza, tomó activamente la mano de Álvaro entrelazando los dedos.

El sol invernal era deslumbrante, los anillos de matrimonio de ambos brillaban uno junto al otro.

—Hiriendo los ojos de Lucas.

No sabía cómo se había ido.

Solo sabía que se sentía desconsolado.

Sabía aún más que él era despreciable. En Inglaterra cuando decidió casarse con Bella, era solo porque estaba seguro de que Susana probablemente no se volvería a casar, podía tener lo mejor de ambos mundos.

No tendría q