Eran las diez de la mañana en la sala de juntas de altos ejecutivos del Grupo Innovar.
La junta que había sido previamente programada podría verse obligada a suspenderse de manera imprevista porque Aitana había caído enferma. Los directivos ya habían decidido marcharse a jugar golf, pero en ese instante Milena hizo su entrada:
—Ha arribado el señor Uribe.
¿Señor Uribe...? ¿De qué señor Uribe se trataba? ¿Acaso Lucas?
Quienes ingresaron a la habitación fueron Damián acompañado de Lucas.
Las personas con sentido común le ofrecieron a Lucas ocupar la silla presidencial, sin embargo Lucas corrió la silla y dirigió su mirada hacia Damián:
—¡Conduce tú la reunión!
¿Cómo? Eso no parecía correcto, ¿no es así?
Uno de los altos ejecutivos exclamó a viva voz:
—Eso no es adecuado, ¿cierto? ¿Permitir que un simple asistente dirija una junta directiva?
Damián se instaló en su lugar, su voz resonó serena y refinada:
—Felipe, ¿acaso tienes urgencia por ir al golf?
Felipe inicialmente quedó perplejo: ¿