Llevaba un traje caro, el cabello negro recogido, solo adornado con aretes de diamante, se veía intelectual y hermosa, aunque había tenido un hijo, su figura seguía siendo esbelta.
Lucas la miró, con voz un poco ronca:
—¿Por qué no te has ido a casa? ¿Qué pasa con Jazmín?
Susana tampoco había esperado encontrarse con Lucas aquí, solo había venido a tomar aire fresco porque el trabajo la tenía estresada, no sabía que se encontraría con su ex.
Se veían en privado muy pocas veces.
Los ojos de Lucas la miraron fijamente, al rato, preguntó con voz ronca:
—¿En tu corazón, sigo siendo un fracasado?
Susana sonrió y no respondió.
En realidad Lucas no entendía para nada que en los ojos de Susana, su estatus o logros nunca habían sido lo más importante, ella no aceptaba reconciliarse por otras razones.
Se acercó a él y extendió la mano:
—Préstame un cigarrillo.
Lucas le dio un cigarrillo y consideradamente se lo encendió, pero dijo:
—Recuerdo que no fumabas, ¿qué pasa? ¿Problemas en el trabajo?
L