Capítulo 25. Bicho raro
POV ALEJANDRO
Tengo todas las miradas sobre mí, la tensión es palpable en el aire y puede cortar hasta un jodido papel y agradezco cuando una azafata aparece en el momento justo con un carrito y cada uno vuelve a lo suyo, tratando de disimular.
Yo comienzo a revisar correos en mi teléfono, tratando de ocupar mi mente en lo importante, pero por el rabillo del ojo puedo notar como ella me mira.
—¿Podrías dejar de mirarme cómo si fuera un bicho raro? —hablo en voz baja, solo para nosotros.
—Podría… pero no quiero hacerlo —esa respuesta me hace poner los ojos en blanco.
—Esa respuesta no fue muy profesional de su parte.
—Nada de lo que está pasando aquí, puede considerarse profesional, señor Lancaster.
«Touché».
—Lamento que presenciara eso, son asuntos personales inconclusos. No quería incomodarla.
—Tranquilo… tengo más preguntas que respuestas, aunque no creo que usted vaya a dármelas.
—No pasa nada, usted concéntrese en lo suyo y pronto esto acabará.
—Sí, por supuesto, no pasa nada… —