capitulo 39

Llegamos a las vegas y fuimos a casa para refrescarnos y poder ir al orfanato, pero luego nos tocó cargar la camioneta con todos los regalos que habíamos traído para los niños.

—hermosa, vamos, tomé a nuestro hijo y lo coloqué en la silla de bebé que tenía el auto y nos fuimos.

—al llegar los niños enloquecieron porque ya conocen la camioneta de mi esposo y yo no pude evitar sentirme nostálgica por todo el tiempo que tenía sin verlos, ¡los amo mis amores!

—¡Emily! ¡Emily!

—aquí estoy mis amores, ahora necesito que se coloquen en fila porque le hemos traído obsequios, ellos como siempre obedecieron y así fue más fácil conversar y saludar a cada uno cuando le daba su obsequio, sus caras era de sorpresa total porque les había traído un álbum con las fotos de los lugares más hermosos de Italia junto a un recuerdo y un juguete eso los puso eufóricos, pero a la vez los calmó, ya que se sentaron en el piso a admirar cada una de las fotos, algunos hasta lloraron de la emoción sobre todo las
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