Me desperté para ir a trabajar como todos los días, aunque tenía un dolor de cabeza horrible, con el cual vengo lidiando desde hace algunos meses, creo que los analgésicos no me están haciendo efecto. Pero no había querido decirle nada a Emily, aunque mi humor había cambiado mucho y había tenido varias peleas con ella a causa de eso, pero mi mujer tenía muchas preocupaciones con los niños del orfanato como para sumarle una más. La vi dormida en la cama y sonreí porque es la mejor esposa que pude haber encontrado, fui al baño a darme una ducha.
—estaba dormida, aunque sentí cuando mi esposo se levantó, pero no tenía fuerzas para abrir los ojos.
—cuando el agua toco mi cabeza comencé a sentir un zumbido en los oídos y el dolor se hizo insoportable, lo que me llevó a tomarme la cabeza ¡ahh! Y todo se volvió negro.
—escuché un grito de mi esposo y luego un fuerte golpe y corrí al baño, al entrar Federico se encontraba tirado en el suelo inconsciente y su cabeza sangraba, corrí a la habita