Los niños Ethan y Liam, se quedaron en la mansión Castrioli, Vanessa y Nathanael los cuidaban con mucho cariño, ellos al final de cuenta no tenían la culpa de nada, el CEO tenía planes para ellos, pero mientras tanto todo permanecía igual
El mafioso habló con sus hijos para decirles que mamá Vanessa estaba esperando dos bebés, que los llevaba en su barriga y que debían tener mucho cuidado de no golpearla
Los niños se pusieron muy contentos de que pronto fueran a llegar dos hijos más de su papi, pero la verdad era que eso cambiaba absolutamente todo para ellos, que se le iba a hacer, así era de cruel la vida dentro de la mafia
Esa noche al cumplir Vanessa los ocho meses, bajó con cuidado las escaleras, su esposo se encontraba trabajando en el despacho, ella estaba un poco sentimental y fue a buscarlo, se paró bajo el umbral y lo llamó
— ¡Nathanael!
— ¿Qué pasa, cariño? ven aquí, ¿te encuentras bien? ¿los bebés están bien? — el hombre veía con amor a su mujer, poco le importaba la eno