Capítulo 74. Aquí no ha pasado nada parte 2
–Lo sé Heber– Agradeció Sabella –Nuevamente muchas gracias.
Oriony salió con el pequeño Matías de la mano y lo entregó con su madre. Sabella tomo en brazos a Matías y se subió con él al auto con ayuda de Heber, esta vez ella ya no colocó al niño en su silla del auto, sino que lo sentó a su lado, para que él no se sintiera alejado.
Se pusieron en marcha rumbo a la Academia de natación. Matías se encontraba serio y callado porque pensaba que en cualquier momento su mamita podría regañarlo o decirle algo. La mente de Matías era prodigiosa y él sabía que aunque Heber le había prometido no decir nada, ni él ni Oriony solían ocultar cosas a su mamita bella.
–Ya muy pronto será mi competencia, mamita bella. Falta una semana –Matías dijo emocionado – Heber y Oriony tienen que venir a verme, quiero que estén todos ese día, los quiero mucho.
Al niño siempre le había gustado, qué los adultos de su casa incluyendo a su mamita bella, estuvieron presentes en las actividades deportivas en la escuela