Capítulo 40 — Insignificante.
—Este no es el camino al gimnasio. —murmuro en completa seriedad cuando despego la vista de mi teléfono y la fijo en la ventanilla de mi asiento— Llévame ahora.
Habían pasado tres días desde el incidente con Jared en la gala de beneficencia de la abuela. Él incluso no había ido a clases y suponía que era para ocultar los golpes que Alex le había dado.
Al menos había cumplido su promesa y no se había acercado a nosotros.
Me causó mucha gracia escuchar a la abuela decir que el rubio había bebido tanto que se había golpeado el rostro con el filo de un mueble antiguo de la abuela. Ella había fingido estar apenadísima e incluso se había ofrecido a pagar el tratamiento de Jared, pero este se había negado y simplemente se marchó.
Afortunadamente, mientras todo eso pasaba, yo estaba atiborrándome de pizza, sonriendo y disfrutando con mi familia. No iba a negar que aún seguía un poco afectada por lo que había pasado tanto con Jared como con Alex, pero ver a mis padres y a mi hermano sonriendo