Capítulo 143
|| PUNTO DE VISTA DE VALERIA ||
Me quedé encerrada en mi habitación durante todo el día siguiente, fingiendo estar enferma.
No podía arriesgarme a otro encuentro con mi padre, no hasta tener un plan definitivo.
Hacia la medianoche, cuando la casa se sumió en un silencio denso e inquietante, entreabrí la ventana.
El aire frío me mordía la piel, pero no me importaba.
Lo necesitaba para poder respirar.
Saqué mi viejo teléfono desechable, aquel que había escondido hacía años bajo una tabla suelta del suelo, justo debajo de mi cama. Era mi último recurso, mi pequeño secreto de supervivencia.
Mis dedos temblaban mientras escribía el mensaje.
Yo: Sergio, ¿estás despierto? Te necesito.
No esperaba respuesta.
Pero apenas un segundo después, el teléfono vibró.
Sergio: Siempre. ¿Dónde estás? ¿Estás bien?
Tragué saliva y apoyé la frente contra el marco helado de la ventana.
Yo: Estoy atrapada. Necesito salir antes de la boda.
Hubo una pausa.
Larga.
Agónica.
Y entonces llegó:
Sergio: