'¿Será este mi destino?'.
Debra podía sentir el aliento de Scitalis en su cara.
'¡Darryl, date prisa y vuelve! ¡¿Sabes que me están acosando?!'.
Por un momento, Debra rompió a llorar. Podía sentir que los labios de Scitalis estaban a punto de tocar los suyos y deseó morir en ese instante.
"¡Hijo de p*ta!". Al ver eso, Chester perdió completamente los estribos y no pudo evitar gritar: "Criatura malvada, ¿no quieres matarme? ¡Ven! ¿Cómo puedes intimidar a una mujer? ¡Suéltala ya! Déjala ir...".
Chester siempre había actuado con calma, pero cuando vio a Scitalis actuar con audacia, intentando mancillar a Debra delante de todos, perdió el control de sí mismo.
Al mismo tiempo, la gente de alrededor también se llenó de justa indignación.
"¡Suelta a mi mujer!". En aquel momento crítico, un rugido llegó desde los cielos, ¡resonando por toda la tierra!
Desde lejos, se vio a una figura volando rápidamente en el aire. Esa persona tenía un rostro solemne y estaba rodeada de ira.
Era Darry