Sergio pensó que estaba viendo cosas y se frotó los ojos furiosamente.
¡M*erda!
Sergio se sintió frustrado cuando estuvo seguro de que no había nadie en la cueva. Salió de la cueva y vio que la hoguera también se había apagado. Por fin se dio cuenta de que lo habían engañado.
Era evidente que Darryl nunca tuvo la intención de competir con él y que por eso se había quedado atrás. Debió haber esperado que Sergio se hubiera alejado lo suficiente y regresó para llevarse a las dos mujeres.
"Hijo de p*ta".
La rabia de Sergio crecía cuanto más pensaba en ello y una expresión asesina apareció en su rostro. "Darryl Darby, ¿cómo te atreves a engañarme?".
Sergio no sabía que Darryl y las dos mujeres no se habían marchado, y estaban escondidos en la Formación de los Cinco Delirios. El encanto de la formación residía en su capacidad para ocultar lo que ocurría dentro a la gente de afuera.
Era una suerte que no los descubrieran.
Darryl y Celine se sintieron imposiblemente reivindicados cuand