—Hablando de ese imbécil, —Raffaele rompió el silencio nuevamente.
Escuché una risa. Creo que era Valerio.
—Eres un imbécil, Raffaele. ¿No puedes siquiera mencionar su nombre? —dijo Valerio.
—¿Cómo voy a saber si aquí la gente sigue siendo alérgica al nombre de la ex de Taddeo? Con todo lo que ha pasado, ya podrían prohibir el nombre de Beatrice. Ups, lo dije. Beatrice.
Tengo un fuerte presentimiento de que esa es la chica de la que hablan como la ex de Taddeo. No me gustaba Taddeo de esa manera. En realidad, quería que fuera mi amigo, eso es todo, pero no pude evitar sentir curiosidad por la chica con la que él está tan obsesionado. Está tan decidido a recuperarla. Ni siquiera tuvo la decencia de decirme que quería usarme. Al menos, me advirtió.
—Vete ahora. —El tono de Arcel parecía natural, pero sentí su irritación.
—¿Estás escuchando lo que estamos diciendo? No me voy hasta que estés con nosotros. Vamos.
No escuché ninguna respuesta. Salté cuando vi a Arcel de pie frente a mí. Miré