La fiera me odia.
Minutos después de besarla.
Giotto…
Estaba completamente seguro de que había metido la pata, pero mi espectacular personalidad, no le interesa y realmente mi cerebro y yo, decimos que dimos lo mejor de nosotros mismos. Me refiero a que en caso de emergencia rompa el vidrio de la inteligencia extrema. Mi cerebro no funciona correctamente cuando se siente presionado o tal vez, como les explico para que no suene prepotente de mi parte.
No quiero que crean que soy un hombre que piensa solamente en mí y que es superior a ustedes.
Claro, encontré la palabra.
Cuando siento que voy a perder algo sumamente importante por el momento, suelo tomar decisiones extremas.
¿En este caso? Decir que me casaría con la mujer que estoy besando.
O estaba besando.
—¡Deja de hacer eso, imbécil! —me da una patada en mis perfecto