Nueva York, Estados Unidos.
Joseph Brown entró en la oficina de Peterson con una expresión de alegría en su cara.
−Señor, necesito que venga a ver esto −le dijo, entusiasmado.
Peterson siguió a Brown hasta su estación y éste le mostró lo que había hecho.
−Me costó un poco −comenzó−, pero hice un barrido general de todas las cámaras de seguridad en Manhattan como usted pidió: semáforos, locales comerciales, calles, cajeros automáticos, residencias, edificios e intenté seguir el rastro de nuestros terroristas cuando se fueron de la 42. Los perdí por unas cuantas calles pero luego los volví a localizar de nuevo en la primera avenida, cerca de la sede de las Naciones Unidas y abordaron una nueva camioneta tipo van, para luego dirigirse al boulevard Fort Riley y entr