Cuando Isabella por fin despertó, el lado de la cama de Valentino, se encontraba vacío, ella salió de la habitación para buscar a Emiliano, al primero que se encontró en el camino fue a Teodoro, Isa, cargó al cachorro que se deshacía en besos para su madre
— Calma Teodoro, ¿tu también estás ansioso? mamá no se va a ir, ya tranquilizate — el cachorro mostraba su felicidad, su mami estaba en casa
En el comedor se encontraba Valentino, acompañando a su hijo que estaba desayunando, el empresario se aseguraba que el niño estuviera comiendo bien, él solo tomaba cafe por qué estaba esperando a Isabella, no la dejaría desayunar sola
Isabella, llegó cargando a Teodoro, su perrihijo estaba con mucha energía
— Buenos días, ¿qué tenemos aquí? un hermoso niño desayunando y... a su papá tomando café
— Yo también soy hermoso — dijo Valentino frunciendo el entrecejo
Isabella, se aclaró la garganta para no decir que sí, se veía especialmente atractivo esa mañana, que él siempre se veía como el hombre