Capítulo 878
Al oír la conjetura del hombre, a Magnolia se le subió el corazón a la garganta al instante: ¿cuándo se había vuelto tan listo este hombre?

Su mano oculta dentro de la sábana se cerró lentamente, pero siguió fingiendo calma en la superficie, —La médula ósea es para mi bebé, no te miento.

Pero era para su otro bebé, Óscar.

Aunque Ricardo no podía asumir la custodia del niño, inconscientemente ella no quería que supiera la existencia del niño.

Ricardo, intuyendo que su tono había sido un poco malo, dijo pacientemente, —estoy preocupado por Aria, es algo en lo que espero que puedas entenderme.

—Lo siento, creo que es justo que seamos comprensivos todos.

De pronto se abrió la puerta de la sala y entró una mujer hermosa.

Alicia miró a Ricardo con ojos recelosos, —señor Vargas, debes saber que no es bienvenido por nadie en nuestra familia Ruiz. Pero tienes mucha cara y haces todo lo posible por permanecer al lado de Magnolia. No eres comprensivo, ¿no?

Magnolia vio a Alicia, los latidos del c
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