Rosalía mostró la inquietud instantáneamente al oír estas palabras, —¡Ricardo, el bebé no puede separarse de mí!
—Entonces, lleva a tu niño fuera de la familia Vargas y nunca regresan, y les daré una suma de dinero para mantener la vida, eso es todo.
La expresión de Ricardo era fría y severa, sin darle a Rosalía más opción.
Rosalía estaba asustada, —Ricardo, no me eches, no debí ser entrometida. Iré a disculparme con la señorita Tracy M y le pediré perdón de rodillas, no me eches.
¿Cómo podía salir de la familia Vargas?
Después de dejar a la familia Vargas, ¡no podía conseguir nada!
¡Cómo iba a querer irse! Se había trabajado mucho para quedarse en casa Vargas.
Rosalía nunca hubiera imaginado que Ricardo querría echarla a ella y a su hijo de la familia Vargas por una mujer.
—Te he dado muchas oportunidades y las has desperdiciado. Te vas o te llevas al niño contigo, no tienes más opciones.
Ricardo miró al secretario cuando terminó, —Sácala del hospital inmediatamente.
—¡Ricardo, no pue