Capítulo 0011
Esta vez, Magnolia no dijo nada y obediente, llevó a Yolanda.

Javier vio a su hermana alejarse, se dio la vuelta y ya era el mismo demonio, no podía soportarlo más, se atrevieron a maltratar a tu hermana…

Los guardaespaldas los rodearon para encubrirlos, bloqueando la vista de los demás.

Desde su altura, Javier miró a los padres adoptivos:

—¡Encerrada un cobertizo? ¿Sin comida?

—Es que… no teníamos suficientes habitaciones y el cobertizo era cálido —dijo el padre.

—Sí, si, en ese entonces no teníamos suficiente para comer —agregó la madre.

Javier actuó sin mucho esfuerzo y con rapidez. En instantes la pareja de mediana edad no pudo decir ni una palabra, sin embargo varios dientes rodaron por el piso y la sangre les brotaba por la nariz.

Ahora, los padres adoptivos se arrepentían amargamente. Este hombre era implacable, parecía un rudo mafioso.

El hombre se sobó las muñecas y ordenó: —Llévenselos, no quiero que mi hermana los vea.

Si asustaba a su hermana, que era tan tierna y miedosa
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