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Mediados 2007

El año por el que Steve luchó tanto llegó finalmente, sus cientos de horas de rígidos ensayos le tenían donde quería, a punto de iniciar el partido más importante de su carrera.

Los cazatalentos estaban aglomerados para ver a la joven promesa. Pero segundos después todo quedó reducido a nada pues un oponente le lesionó gravemente. Los médicos intentaron reparar el daño pero la rodilla estaba destrozada al igual que el sueño por el que trabajó toda su vida.

Mientras le sedaban para controlar el dolor, Morgan rezaba porque no ocurriera una masacre, Steve ya tenía esa vieja mirada que pensó perdida tres años antes. Todo fue tal cual temió y pocos meses después  interpuso el divorcio el cual para su sorpresa obtuvo fácilmente.

Hubo cambios importantes, sus  padres empezaron a charlar con ella, poco a poco trataban de arreglar las cosas pero a veces las malas costumbres pesaban más y actuaban de forma horrible con ella.

La gente en el club ponía más atención a lo que decían y empezaron a excluirlos de sus círculos. Por eso Morgan vivía en un pequeño apartamento, lejos de casa. Mark y Joe llegaron a visitarla en varias ocasiones, la joven que ambos amaron había desaparecido dando paso  a una joven temerosa y retraída.

Para el cumpleaños de Mark organizaron un almuerzo con piscina en el club. Todos asistieron y a Mark le extrañó que Morgan fuese vestida con mangas largas en un día en el que fácilmente llegaban a 34 grados. Pensando en hacerla reír, Mark la sujetó por la cintura y la arrojó a la piscina buscando según él,  a la Morgan del pasado.

Una que sin duda le habría arrojado con ella en castigo por su osadía. Sin embargo Morgan salió del agua silenciosamente y se marchó del club sin ser consciente de la mirada de preocupación de los allí reunidos.

Mark estaba dispuesto a investigar pero sus intentos fueron opacados por una llamada de sus superiores. Durante los meses que estuvo fuera se juró a sí mismo, traer de vuelta a su vieja amiga.

Un año después de estar lejos de casa se encontraba más que convencido de entablar su vieja amistad con Morgan.

Al llegar encontró una nota de Joe en la que se disculpaba  pero debía ausentarse aquella fecha por asuntos del trabajo. Llamó a Morgan y le preguntó si querría salir a cenar con él así que ambos quedaron de verse en el club. Al llegar notó a sus tíos entre sus amigos mas no vio a Morgan.

—Hola tío Christos, tía Isabella.

—Hola cariño, le comentaba a Christos que has resultado ser un hijo fenomenal, ambos envidiamos a Joe.

—Pero Morgan…

—Nuestra pequeña ha resultado ser un fracaso en todo. No puedes negar que un divorcio en nuestros tiempos es normal pero acá en nuestro club es algo mal visto.

—Además esa idea suya de querer estudiar algo distinto es absurda, su deber es para con la empresa que heredará algún día.

—Ustedes son mezquinos, ambos.

— ¡Mark!

—Han hecho de la vida de Morgan un infierno. Espero Dios les perdone porque al menos yo no puedo hacerlo.

Tras decir aquello Mark intentó encontrarla entre la multitud.

—Si la buscas está en su casa actuando como una caprichosa y alegando estar enferma. Cuando le hemos dicho que estaba exagerando nos amenazó con irse de la ciudad.

—Ya es una mujer adulta que trabaja y gana suficiente para vivir dónde quiera.

— ¡Jamás! Coincidirás conmigo en que sería una mancha a nuestro apellido que rente una casa cuando podría vivir con nosotros. Aun no sé cómo le cedió la casa a Steve.

—Él pagó más de la mitad.

—No puedes negar que Morgan ha hecho todo mal.

—Ustedes están tan ciegos que no son capaces de darse cuenta de que todo esto es culpa de ambos.

—Te desconozco.

—No me importa, ambos son despreciables. Si en mis manos está lograr que Morgan se aleje de ustedes lo haré.

La encontró con ese virus estomacal que estaba afectando a gran parte de la población local. Se quedó con ella aquella noche. Tras dejar a Morgan después de año nuevo, Mark decidió ir a visitar el rancho de su ex compañero en el FBI. Aunque habían compartido poco su amistad proseguía.

Su amigo acababa de  ingresar  cuando murieron sus padres así que se vio obligado a dimitir para hacerse cargo del rancho y de su hermano Justin, dos años menor que él.

Andrew Mackenna o Mack como le llamaban sus amigos, había conseguido levantar una fortuna gestionando la cría de caballos pura sangre y Justin era ahora su segundo al mando. Había pensado hablarles a los hermanos sobre Morgan pero al llegar descubrió que su amigo estaba pasando momentos difíciles, su prometida lo había usado por su dinero. Por ello prefirió guardar silencio.

Al regresar a casa se vio convocado por sus jefes, había un asesino serial y tuvo que ausentarse varios meses, justo al intentar regresar apareció otro caso y así sin más, paso más de tres años sin volver a casa. Ocasionalmente conversaban vía email o chateaban por medio de video.

Cuando tuviese tiempo de regresar solucionaría todo.

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