Mientras tanto en el palacio, Nefertari había escuchado los rumores sobre Ahmose. Se sintió orgullosa y aliviada de que estuviera bien y que reconocieran su valentía. Pero también estaba preocupada. La fama de Ahmose lo exponía demasiado.
Baketamon entró sonriendo. —¿Escuchaste las noticias? ¡El guardia Ahmose es un héroe! ¡Todos hablan de él! ¡Dicen que el faraón lo premiará!
—Sí, lo sé. Me alegro por él, se lo merece.
—Es un hombre noble —dijo Baketamon—. Y muy valiente.
Nefertari suspiró, mirando a la nada. —Sí, demasiado noble y valiente. Eso lo convierte en un objetivo.
Baketamon frunció el ceño. —¿Un objetivo?
—El príncipe Menkat es mi prometido y fut