–Yo…etto…¿me perdonas por haberte asustado? –sollozando
–No hay nada que perdonar Dani –se acerca y besa la frente de la chica– eres como mi hermanita menor
–Gracias…
–¿Por qué?
–Por decirme que fuera a la agencia –James llega, se acerca a la puerta y escucha– porque si no hubiera ido, no habría conocido a James –sonriendo– yo…yo lo quiero mucho, ese hombre me tiene en las nubes –James se sonríe y entra– James que bueno que llegaste
–Sí tuve que decirle a Suzane que me acompañara a comprarte un par de pijamas y también te traje esto de la oficina –entregando un paquete
–Gracias James –sonriendo– ¿sabes qué me pasó?
–Sí el infarto hizo que una de las válvulas se zafara y tuvieron que operarte de nuevo a corazón abierto –Danielle abre sus ojitos como platos– no te preocupes, si te cuidas bien podrás ingresar a la universidad
–¿De verdad?
–Sí, no te preocupes –sonriendo– solo cuida de tu dulce corazón
–Tengo hambre James –sonrojada
–Es bueno saber que quieres comer, si te alimentas bien s