Jordan quería arreglar las cosas, pero realmente no sabía cómo hacerlo, y cuando Mariana se enterara de que él sabía que Germán estaba vivo y que mantenía comunicación con él, no estaba seguro de que lo perdonara. Se sirvió una copa de licor y se sentó frente a la estufa. Allí meditó largo rato sobre que sería lo mejor para hacer, pero no obtuvo muchas respuestas, así que se dignó a acostarse. Al llegar al dormitorio encontró a Mariana aún despierta sentada en la cama, con la mirada perdida. Se sentó junto a ella