capítulo 36

Cerca de la taberna estaban dos de ellos. Adasius le hizo una señal a Horas apuntando hasta donde los soldados iban caminando distraídos conversando. Horas los contempló y le devolvió el gesto a Adasius con reclamo,tal parecía que había un lenguaje entre ellos que entendían a la perfección. Porque el más joven de los gitanos entendió perfecto el reclamo de Horas. Ambos soldados eran de otra... Conflexion. Adasius se disculpó con los hombros y Horas chasqueo la lengua molesto. ¿Cómo mierdas imaginaba que iba a entrar en uno de esos uniformes?.

De pronto el gitano se plantó frente ambos soldados,desde luego que ellos abrieron los ojos con asombro al ver a Horas,y su reacción no era exagerada. Si alguien no pasaba inadvertido ese era Horas. Dos metros de hombre mitad bestia y mitad demonio ahora. Ellos quisieron correr,pero él no se los iba a permitir y ni siquiera fue esfuerzo dejarlos inconcientes,aún así él no iba a caber en esos uniformes.

Adasius corrió hasta él y sonrió al ver a lo
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