Había llegado el gran día, y estaba discutiendo con David en la cocina, como de costumbre, mientras me ponía los pendientes…
- Me prometiste que ella no volvería a meterse entre nosotros – le espeté mientras él se ponía el abrigo.
- Ha tenido una re-caída, Isabel – me explicó
- Me prometiste que estarías aquí para la boda. Y de nuevo ella vuelve a meterse en medio.
- No seas egoísta, Isabel, deja de pensar sólo en ti. Rachel ha estado a punto de morir, y tu tan sólo piensas en la boda. Deberías de ser tú la que propusiera venir al hospital conmigo, y no ser yo el que lo sugiera.
- No voy a dejar de ir a la boda de mi amiga, por tu ex mujer.
- Haz lo que quieras, estaré en el hospital hasta que ella se recupere – me informó, antes de salir por la puerta y dejarme allí c