Olivia Bennett

Después de que Alex se fuera, subí a mi habitación y me quedé allí, temerosa de no poder comportarme con normalidad delante de mis tíos. Cuando llegaron y subieron a mi habitación, fingí dormir para no tener que enfrentarme a ellos.

A la mañana siguiente, salí temprano y dejé una nota diciendo que había ido a dejar más currículums. Pero la verdad es que no podía quedarme en casa y ver sus caras de emoción por la apertura del restaurante la semana que viene, ni la felicidad que sentían al hablar de la tan ansiada adopción que querían.

Tampoco pude ir a ver a Lucy para desahogarme porque no quería arruinar su felicidad contándole mis problemas. La boda es mañana y quiero que esté radiante y que todo sea perfecto porque se lo merece. Entonces decidí llamar a la única persona que podía escucharme en ese momento: Katy. Después de que me fui a Chicago y ella regresó a Nueva York, seguimos en contacto y siempre nos comunicábamos por mensajes. Terminó la universidad y está trab