A pesar de que Nicolae había dicho que solo podían caminar por cerca de la habitación, Speicer había tenido otros planes y se había mandado a correr, cierta vampira detrás de él, y ahora él con el ceño fruncido detrás de ellos dos preguntándose mil veces qué demonios estaba haciendo él con chancletas en medio de la arena de la playa.-Acaso no odiabas esto- gruñó Nicolae con la sien palpitando.-¿QUÉEEEEEE?- Kate gritó a varios metros de él y por mirar atrás se enredó con la arena y cayó de golpe al suelo. Sacó su cabeza casi escupiendo la arena en su boca- Hijo de put… Speicer, quédate ahí. Deja que te atrape.La vampira volvió a levantarse dejando sus chanclas detrás y corrió detrás del perro… que no parecía tener intenciones de que lo atraparan. Nicolae vio como aquello dos corrían de un lado a otro, revolcándose en la arena, tal niña chiquita y cachorro malcriado.-Se supone que los dos son mayores que yo- el esclavo se inclinó recogiendo las chanclas de Kate y giró su rostro ha
Nicolae no era nada romántico, no había tenido tiempo a aprender a serlo, y Kate, tampoco era que le interesara tanto esas cursilerías. Pero si había algo en que coincidían ellos dos, es que la mejor parte de estar entre dos era el buen sexo. Y más si eran tan compatibles como eran ellos. Después de todo y aunque no lo habían dicho a voces, ambos reconocían que sus mejores orgasmos habían sido entre ellos.Y era la razón, por la que después de relajarse en la orilla de la playa, el calor entre ellos al no estar demasiado tiempo sobre el otro, fue aumentando.-Creo que es tiempo de volver- Kate le dijo punteando la mejilla de su esclavo con una sonrisa pícara y restregando su cadera por encima de la de él estimulando la creciente erección- Probemos las cositas que nos dejó Hellene.Nicolae la miró con los ojos entrecerrados y antes que alguna palabra más pudiera salir de la boca de la vampira ya el humano la había agarrado de la cadera para ponerla a un lado y levantarse.-Eeeeeehhh- K
Nicolae sentía su cuerpo ligero, pero a la vez demasiado sensible. Algo lo mantenía caliente, y hacía estremecer su parte inferior. Si mal no recordaba lo último ocurrido en la ducha, ah, otra vez esos colmillos. Negar el hecho que se había sentido bestial sería mentir descaradamente, pero es que después tocaba la parte que dolía.Eran unos putos colmillos mordiendo su zona más sensible. Quien querría eso. Acaso la vampira no se daba cuenta. Ya se enteraría cuando recobrara la conciencia. La mordería a ella también. Nadie se salía con la suya contra él sin recibir una dosis de su propia medicina.Mientras más iba pensando más se iba despejando su mente y a la vez despertando. El quinquenio de cadenas se filtró en su conciencia confundida. ¿Qué era eso? Nicolae se removió dándose cuenta que no podía.Gruñó con un sonido grave de su garganta que a la vez sonó como un gemido ahogado que salió de sus labios... entreabiertos.-A eso me refería- ahora fue la voz familiar de Kate la que escu
La boca de la vampira lo recorrió completo, no lo mordió, pero lamió su cuello, su pecho, chupó sus tetillas hasta dejarlas rojas... como otras veces le había hecho él. Acaso se estaba vengando. Limpió todo el desastre de su vientre, mordió ligeramente sus muslos, apretó su trasero tan duro que seguramente le dejaría los dedos marcados, pero no tocó su miembro.No lo dejaba correrse, ni siquiera cuando su pene palpitaba de un peligroso rojo.-Esto al parecer necesita atención- fueron las palabras de Kate sentada a horcajadas sobre sus muslos mirando el mástil rojo e hinchado- ¿Qué podemos hacer con él?- dijo en tono juguetón abriendo su boca y dejando caer un hilo de saliva caliente sobre el glande.El cuerpo de Nicolae casi saltó y tiró de las cadenas que no se rompieron. Kate sonrió al verla luchar inútilmente y a la vez a frustración de estar casi en el borde y no poder llegar. Sin embargo, le había encantado todo este juego de tener a Nicolae completamente a su merced, a que costo
Un gemido, una caricia, el sonido de las sábanas cayendo de la cama, de las pieles frotándose entre sí por el constante vaivén de las caderas. De labios devorándose hasta sangrar.De colmillos asomándose, de la piel siendo rota y de la sangre siendo tragada.-Eres delicioso- la voz femenina sonó jadeante y complacida-Lo sé- una masculina respondió con seguridad y prepotencia.***Kate se revolvió en la mullida cama. Su cuerpo estaba pesado. Sus labios hinchados y dolían, sus muslos todos pegajosos por no mencionar lo que salía de entre ellos. Su interior estaba hinchado y palpitante debido a la actividad nocturna, y su trasero que de seguro estaba rojo porque el muy maldito latía como mil demonios, como si hubiera sido azotado sin ninguna consideración.Gruñó contra la almohada. No quería levantarse. Deseaba seguir durmiendo, pero los martilleos de la resaca en su cabeza hacían que una vez consiente no pudiera volverse a dormir.-Maldición- murmuró con voz muy ronca, su garganta era
Su pullover de rayas blancas y rojas, su jean azul desgastado y zapatillas deportivas, ese era el conjunto preferido de Kate para ir al trabajo. La razón, no llamar la atención en ningún sentido debido a lo oculto que tenían que vivir los vampiros. Ya les habían dado caza en el pasado y los pocos que quedaban tenían que tener un perfil bajo para sobrevivir. Al menos su área como era de diseño hacía que su vestuario pasara desapercibido. Aunque en la noche prefería la ropa más ajustada y sexy y unos provocativos labios rojos. Quien la viera no la reconocería.Se dio una última revisión en el espejo. Sus ojos todavía estaban exaltados e hinchados, por lo ocurrido esa mañana en el hotel. Los había tenido que cubrir con sus acostumbrados espejuelos grandes. También lo hacía porque estos tenían la tendencia a cambiar de color cuando menos se lo imaginaba. Ah problemas por todos lados.Por último, se pasó la mano por el cabello de color rubio cenizo, que hacía juego con sus ojos muchos más
¿Quién demonios no había dormido por tener que entregar trabajo? Pues, ese día, KateSus ojos ardían y caminaba embobada por toda la casa sin querer soltar su mullida almohada con ganas de recostarse a dormir sobre ella. Por dios, era una vampira, bastante que había habituado su horario al de un humano para tener energía para trabajar por el día. Era un ser nocturno por naturaleza. Maldito el buenazo de su jefe. Le había exigido esperar en los bajos de su edificio a las 5:30 de la mañana donde la pasarían a recoger. Suspiró acomodando su cabello medianamente con una bolsa de sangre en su boca chupando de sorbito en sorbito para no vomitar. Estaba tan sedienta que era doloroso. Deseaba que llegara el otro día. Necesitaba ir de nuevo al mismo bar donde se había emborrachado. Seguro que su ahora esclavo volvía de nuevo intentando saber de ella. Le pondría una gruesa correa para que no se escapara. Ah. Deseaba tanto beber de él. La sangre que tomaba en ese momento sabía asquerosa y su
Kate salió detrás de Nicolae del auto, que se alejó para estacionarse, y lo siguió hacia dentro de una estancia similar una construcción antigua y bastante deteriorada. El espacio destinado para la sección de foto con el concepto de las ruinas para un mejor impacto de los colores. A Kate le gustó la idea y se emocionó con lo que podía crear basado en aquello. Y estaba tan inmersa en su alrededor e ideas que no notó que el Ceo se había detenido y chocó con su espalda.-Duele- se sobó la nariz adolorida y se acomodó rápido las gafas. Notó que Nicolae la miraba por encima de su hombro - Lo siento- levantó sus manos en son de paz. Demonios con este hombre, que le pasaba.Estar tan cerca de él le daba constancia de lo alto que era y de lo ancha y fuerte que era su espalda. Había un ligero olor proveniente del humano que picó en su nariz. Olía rico, quizás demasiado haciendo que su boca se hiciera agua y sus colmillos picaran.-Señor Niles- alguien se acercó corriendo a él con una cámara e