Si su orgullo todavía fuera lo más importante para él, alejaría el oscuro cuerpo del suyo y actuaría como una mierda egocéntrica con un humor retorcido y diría comentarios tan horribles que ni le importaría quién resultara herido o simplemente se levantaría y se iría de ahí, alejándose lo más que pudiese, sin embargo, ya no es así.
Observa con sumo detalle el rostro de su compañera, luce cansada y no duda que se haya mantenido despierta toda la noche solo por cuidar de que no le diera un ataque o sufriera un episodio nocturno. ¿Cómo ella podía seguir haciendo tanto por él? Si seguía así, solo haría del "adiós" algo sumamente doloroso.
Atrae cuidadosamente contra sí