Narrado por Dra. Emma Miller

Solo faltaba un día. Un día para convertirme en la Sra. Nick Brown, la fachada perfecta para la vida perfecta de un hombre al que odiaba. Nick había pasado las últimas 48 horas coordinando el "evento discreto" con una precisión militar: reajustando listas de invitados, asegurando el silencio del personal del Botánico y enviando a Sarah un cheque que, según Evans, la había dejado "llorando de gratitud y tristeza".

Yo estaba agotada. La fatiga del primer trimestre, el estrés de vivir bajo el microscopio de Nick en su apartamento y la constante humillación de ser su propiedad contractual estaban pasando factura. Había huido del apartamento a la hora del almuerzo, buscando refugio en el único lugar que me hacía sentir real: el hospital.

Caminaba por el pasillo principal del St. Jude, repasando mentalmente la lista de suturas que debía practicar esa tarde, cuand