Jen Saldaña
Miami
Él día antes de la boda, estaba algo nerviosa y al mismo tiempo estaba muy emocionada recordando el beso que nos dimos Jacob y yo en su lugar secreto. Nuestro lugar secreto.
Después de cenar con mi familia, ya estaba dispuesta a irme a dormir cuando alguien arrojó unas piedras a la ventana de mi recámara. Estaba enojada, pensando que iba a matar a Emiliano que tenía la horrible costumbre de hacer eso cuando me asomé y vi que era Dulce quien lo hizo esta vez.
Bajé con el short más feo que encontré y con unos zapatos de piso horribles y salí a ver a la loca de mi prima.
—Dulce ¿Por qué vienes y haces eso? Sabes que lo odio —Le reclamé — ¿Qué haces acá a estas horas?, ¿Cómo escapaste de mi tío Porfirio? No me digas que te dejo salir.
—No, no me dejó salir, pues ya ves, tengo mis modos. Fui a ver a Jane a casa de su papá y ¿A qué no sabes quién estaba ahí?
Dulce siempre me hacía sufrir con sus jueguitos y adivinanzas algo que a mí me caía gordo. Si yo no era adivina. Com