Gorra. 68

CEO del prometido de mi hermana

gisele

- No.

Rápidamente entré al baño y cerré la puerta, mi respiración entrecortada y acelerada hizo que me apoyara en la puerta para no caer, y sinceramente me muero por abrir la puerta y correr hacia él, y sí sentarme en ese monumento masculino.

Dios mío, es hermoso, y soy débil para él, pero no puedo, seré fuerte y me iré, no tenemos futuro juntos, me encerró aquí en la casa de sus padres que me odian.

Oh no, pero lo extraño mucho, ¿y por qué no decir adiós?

¿Por qué esto no te va a ayudar en nada, tonto amante, con un dilema interno de mi conciencia trato de pensar en todos los pros y los contras, pero terminé siendo débil y demasiado pronto, y con esta nueva decisión, me Abrí la puerta y estuve a punto de tirarme a los brazos de Adrian. Sin embargo, ya no estaba en la habitación, y por eso terminé tirándome en la cama y llorando arrepentida por no ceder cuando me rogaba.

El sueño llegó rápido por el cansancio acumulado y no vi si volvió