Brian.-
— Brian, debes concentrarte, estás distraído por la llegada de esta mujer, que ahora resulta que está viva –Hazel me reprochaba, tratando de llamar mi atención–. ¿cómo pudo hacerse pasar por muerta sabiendo por todo lo que estabas pasando?
Las palabras de Hazel me golpearon con fuerza, aunque su tono claramente mal intencionado, no dejaba de ser verdad, en todo este tiempo Julia estuvo viva, viviendo la gran vida en Suiza, saliendo con este imbécil, mientras yo sufría su ausencia.
— Es obvio que Castiblanc lo sabía, ahora entiendo sus viajes misteriosos a Suiza no era solo para ser a su noviecita ¿y lo llamas amigo?
— ¡Ya basta! –dije con los ojos encendidos de furia, Hazel hizo silencio de inmediato –ocúpate de tus invitados, iré a tomar aire.
— Pero, Brian, están aquí por ti.
— ¿En serio? Porque todos parecen estar deslumbrados por ti Hazel, ¡ocúpate! –ordené apretando mis dientes.
Salí del restaurante, no había notado lo mucho que estaba conteniendo el oxígeno de mi