POV de DIEGO
El sol apenas comenzaba a salir cuando me desperté sobresaltado. No sabía si había sido por una pesadilla o simplemente porque mi mente no podía descansar sabiendo que Adriana seguía lejos de mí. Me pasé una mano por el rostro y me senté al borde de la cama, mirando la habitación vacía.
—Otra noche sin ti, Adriana... —murmuré para mí mismo, sintiendo ese dolor familiar apretarme el pecho.
No podía seguir así. Algo tenía que cambiar. Me vestí rápidamente, sin pensar demasiado en lo que llevaba puesto, y salí del apartamento. El aire frío de la mañana me golpeó la cara, pero no me importó. Solo tenía un objetivo en mente: encontrarla.
Mientras conducía por las calles aún medio desiertas, recordaba nuestra última conversación. Sus lágrimas, sus palabras llenas de dolor... y yo, tan terco, tan orgulloso, incapaz de detenerla cuando se fue.
—Fuiste un idiota, Diego —me dije en voz baja, apretando el volante.
Mi primer impulso fue ir a su cafetería favorita. Quizá habría decidi