POV de Adriana
A veces me despierto pensando que todo fue una pesadilla. Que nunca salí huyendo. Que nunca conocí a Diego. Que sigo atrapada.
Pero entonces lo escucho respirar a mi lado, y recuerdo que lo hice. Que escapé. Que sobreviví.
Y que encontré algo que pensé que jamás tendría: paz.
Pero la paz, últimamente, es frágil.
Muy frágil.
Desde que Samuel apareció de nuevo, es como si una parte de mí hubiera regresado a esa oscuridad donde solía vivir. A pesar de que está preso, a pesar de que Diego y yo logramos atraparlo, hay algo en mí que no termina de soltarse. Un nudo. Un miedo latente. Un eco de lo que fui.
Y Diego... Diego también está cambiando.
Ya no sonríe igual.
Ya no duerme como antes.
Pasa las noches revisando las cámaras, preguntando a los vecinos si han visto algo raro, como si la sombra de Samuel todavía estuviera con nosotros. Como si en cualquier momento, todo pudiera volver a romperse.
Y aunque me parte el alma verlo así, no sé cómo ayudarlo.
Tal vez porque yo tamb