POV de Adriana
No soy una mujer celosa. O al menos, eso es lo que siempre me he dicho. He construido una vida entera sobre el control, la compostura, y la lógica. No dejo que los sentimientos me dominen… hasta que la vi.
Lucía. Alta, elegante, con una sonrisa que parecía hecha a medida para Diego.
Estaban tan cerca en esa cena de negocios. Él le hablaba al oído, le reía a cada palabra que ella decía. Y aunque yo estaba justo al lado de él, me sentía como una figura decorativa, una sombra más en aquella mesa de mármol iluminada por candelabros demasiado brillantes.
Intenté enfocarme en mi copa de vino. Rioja. Cosecha de lujo. Pero me sabía amargo. Igual que esa punzada que sentía en el pecho cada vez que él ponía la mano sobre la espalda de Lucía para dirigirla hacia alguna conversación. No era apropiado, pero tampoco era demasiado evidente como para reprochárselo sin sonar como una… ¿celosa?
No. No soy celosa.
Solo estoy incómoda. Insegura, quizá. ¿Ridícula? Tal vez también.
Suspiré d