POV de Diego
La noche era espesa, cargada de humedad y peligro. Desde mi oficina, las luces de la ciudad se extendían como un manto traicionero, lleno de promesas y amenazas. Montoya, Nancy y Dave creían que podían moverse en las sombras sin que yo los viera. Estaban equivocados.
Adriana me había dado información valiosa, pero no bastaba con saber. Había que actuar con precisión, sin errores. La guerra no se gana con balas solamente, sino con estrategia. Y si algo había aprendido en todos estos años, era que los enemigos más peligrosos no eran los que atacaban de frente, sino los que sonreían antes de apuñalarte por la espalda.
Javier entró sin anunciarse, como siempre lo hacía cuando traía noticias importantes.
"Montoya se está moviendo," dijo con voz grave.
"¿Adónde?" pregunté, apoyando los codos en el escritorio.
"A un club en la zona norte. Uno exclusivo. Se reunirá con alguien esta noche."
No pregunté cómo lo sabía. Javier tenía contactos en cada rincón de la ciudad, y si Montoya