POV de DiegoEl día comenzó con un peso extraño en mi pecho, uno que ni el café más fuerte podía disipar. Mientras me sentaba en el despacho de mi casa, rodeado de documentos y papeles que apenas podía procesar, mi mente estaba en otro lugar, o más bien, en otra persona: Adriana. Desde el momento en que se había ido, algo en mí había comenzado a fracturarse. No era solo el control que sentía que perdía; era la certeza de que cada decisión que había tomado para mantenerla cerca ahora se estaba volviendo contra mí.Mi abuela, sentada en el sillón frente a mí, me observaba con su mirada severa pero llena de sabiduría. Había sido testigo de mi vida desde que era un niño y siempre había estado de mi lado, incluso cuando yo mismo dudaba de mis acciones.—Diego, cariño —dijo finalmente, rompiendo el silencio—. Sé que todo esto te duele, pero estás haciendo lo correcto. Adriana no entiende lo que es mejor para ella.Suspiré y aparté la mirada. Su apoyo siempre había sido incondicional, pero h
POV de DiegoEl whisky ardía en mi garganta, pero el calor no era suficiente para borrar la frialdad que se instalaba en mi pecho. Desde que Robert había irrumpido en mi oficina con su actitud desafiante, mi mundo había comenzado a tambalearse. No era solo por la forma en que habló de Adriana, ni siquiera por la furia contenida en sus ojos; era por lo que reveló sobre mi abuela.—Tu abuela me despreció desde el primer día que puse un pie en esta familia —había dicho Robert con una amargura que apenas podía contener—. Nunca fui lo suficientemente bueno para los Montenegro, pero a pesar de eso, he protegido este apellido con todo lo que tengo.Su confesión me golpeó como un puño en el estómago. Siempre había visto a Robert como una amenaza, un rival, alguien que quería arrebatarme lo que era mío. Pero ahora, por primera vez, lo vi bajo otra luz. Él no había intentado destruirme; al contrario, había soportado humillaciones en silencio mientras seguía protegiendo la familia.Tomé otro sor
POV de DiegoEl aire en la oficina se sentía cargado de una tensión insoportable. Desde que Robert había regresado con pruebas concretas sobre la traición de Nancy, las cosas habían cambiado. Yo sabía que algo no estaba bien con ella desde hace tiempo, pero verlo reflejado en documentos, en transacciones ocultas y en conversaciones grabadas, hacía que la traición fuera más real y más venenosa de lo que había imaginado. Sin embargo, lo que más me irritaba era que Robert fuera quien trajera esas pruebas.—Tienes que admitirlo, Diego —dijo Robert con su tono firme de siempre—. Nancy ha estado jugando contigo desde el principio. Ahora la pregunta es: ¿qué vas a hacer al respecto?Lo miré con desconfianza. Parte de mí quería agradecerle por haber destapado la verdad, pero otra parte odiaba el hecho de que fuera él quien me pusiera en esta situación. Había demasiada historia entre nosotros, demasiadas heridas abiertas que ningún pacto temporal podría cerrar.—No necesito que me digas lo que
POV de Adriana"La amante ambiciosa que destruyó a la familia De la Vega", "Elena López rompe el silencio y expone a Adriana", "El verdadero rostro de la mujer que causó la caída de Diego".Cada artículo, cada entrevista, cada comentario en redes sociales era una daga que se hundía más profundo en mi reputación. No podía salir a la calle sin sentir las miradas de desprecio y los susurros a mis espaldas. Me había convertido en el chivo expiatorio perfecto para todos los problemas de la familia De la Vega, y Elena lo sabía. Lo había calculado a la perfección.Pero si algo había aprendido en los últimos meses era que no podía seguir siendo la víctima. No iba a dejar que Elena ganara esta batalla. Tenía que limpiar mi nombre y demostrar la verdad. Y para ello, necesitaba aliados.Jean fue la primera persona en la que pensé. Sabía que ella tenía sus propios motivos para odiar a Elena. Su enemistad venía de años atrás, de una traición que Jean nunca había olvidado. Así que la llamé y le ped
POV de DiegoEl peso de mis acciones comenzaba a caer sobre mis hombros de una manera que nunca antes había sentido. Adriana ya no era la mujer frágil que podía controlar a mi antojo. Había encontrado una fuerza dentro de sí misma que ni yo ni nadie podía quebrantar, y era eso lo que me hacía verla con otros ojos. Durante tanto tiempo la había tratado como una simple pieza en mi juego de poder, pero ahora entendía que ella era mucho más que eso. Había soportado mis celos, mis amenazas y mi manipulación, y aún así seguía en pie, luchando por lo que creía justo.Pero, ¿era amor lo que sentía por ella, o simplemente la necesidad de poseerla? Esa pregunta me atormentaba. Quererla solo para mí había sido mi prioridad, pero ahora no podía evitar preguntarme si realmente la amaba o si solo era otra manera de reafirmar mi control sobre su vida.Mientras me debatía con mis propios sentimientos, la situación con Nancy y Dave explotó en un escándalo público. Adriana había conseguido pruebas sóli
POV de DiegoEl silencio que quedó tras la revelación de Adriana era ensordecedor. Su mirada seguía llena de desconfianza, como si cualquier palabra que saliera de mi boca no fuera a cambiar nada. Y tal vez tenía razón. ¿Cómo podía esperar que me creyera después de todo lo que le hice pasar?La verdad era que mi arrepentimiento no había llegado de la nada. No era un simple capricho o una estrategia para mantenerla cerca. Adriana había demostrado ser mucho más fuerte de lo que jamás imaginé, y eso había empezado a despertar algo en mí. No solo respeto, sino también una necesidad desesperada de protegerla, de remediar todo el daño que le había causado.Pero ahora, con su vida en peligro por haber expuesto a Nancy y Dave, mis sentimientos eran lo de menos. Lo que importaba era mantenerla a salvo.—Robert, ¿dijiste que tenías información sobre sus movimientos? —pregunté, obligándome a ignorar la presencia de Adriana, aunque su respiración agitada hacía imposible no notarla.Robert asintió
POV de AdrianaA veces me pregunto si alguna vez encontraré la paz. Cada día, parece que mi vida se complica aún más, como si todo lo que tocara terminara hecho pedazos. La amenaza constante de Dave y Elena no me deja dormir, y la idea de que en cualquier momento puedan hacerle daño a las personas que quiero me consume. Ya no sé si lo peor es lo que ellos me hacen sentir o lo que siento al ver cómo la gente a mi alrededor, que en otro momento hubiera sido mi refugio, comienza a desmoronarse por su culpa.Diego, por ejemplo, solía ser mi apoyo, mi compañero de siempre, pero en los últimos meses algo en él ha cambiado. Al principio, pensé que solo era una fase, que estaba pasando por algo personal, pero no era solo eso. Él estaba dejando atrás su actitud arrogante y distante para convertirse en alguien más, una persona más cercana, más humana. No sé si me sorprende o me preocupa. A veces pienso que Diego está tratando de ser mejor porque quiere que lo vea como el hombre que siempre soñé
POV de AdrianaEra una noche larga y fría. La tensión en el aire parecía más pesada que nunca, y podía sentir el peso de todo presionando sobre mí. Dave y Elena eran implacables, pero ya no solo era ellos. Podía ver cómo se agrietaban las personas más cercanas a mí—Diego, Robert, e incluso yo misma.No había visto a Diego en un par de días. Después de nuestra conversación en el parque, pensé que tal vez las cosas cambiarían, tal vez él cumpliría lo que prometió. Pero empezaba a dudar si realmente era capaz de hacerlo. A veces, las palabras no eran suficientes.Era tarde cuando escuché el golpe en la puerta. La abrí y me encontré con Diego de pie en el umbral, su rostro sombrío por la luz tenue del pasillo.“Diego…” dije, con la voz ligeramente temblorosa. “¿Qué haces aquí?”Él entró en la habitación sin esperar invitación. Sus ojos estaban llenos de algo que no podía identificar. ¿Culpa? ¿Arrepentimiento? O tal vez era algo más oscuro, algo que lo había estado devorando durante días.