Parte 4...
Había llegado casi cuarenta minutos antes para visitar a Acacia. En la habitación de la clínica, la luz suave y dorada del sol de la mañana bañaba el espacio, creando una atmósfera de calma y esperanza.
La habitación privada mostraba la atención de la clínica hacia sus pacientes, decorada con pequeños toques de elegancia, con cortinas de tela fina, muebles de madera pulida y flores frescas en un jarrón en la mesa junto a la cama.
— Estas flores son hermosas - sonreí mirando el jarrón.
Acacia giró la cabeza hacia el jarrón de cerámica, delicadamente esculpido, con hermosas flores en su interior, que le daban al cuarto más color y una agradable fragancia. En el jarrón, las flores deslumbraban con su diversidad de colores y formas. Destacaban los delicados lirios blancos, que simbolizaban la pureza y la renovación, con sus pétalas inmaculadas que se abrían graciosamente.
Las rosas rojas, representación clásica del amor y el respeto, se mezclaban armoniosamente con los lirios,