-Dan, no…
-Déjame ayudarte – insiste Dan, tomando sus manos y hablando muy en serio -, mientras antes salgas de esto, más rápido podremos estar juntos sin tantos obstáculos...
-¿También eres de los que quiere sacarme de esto para vivir felices para siempre? – le pregunta ella molesta, hace el intento de pararse, pero él la detiene -.
-No, yo no he dicho eso. Pero es evidente que puedo ser una gran distracción a tu propósito, prefiero ser una ayuda en lugar de eso.
Alfa se muerde el labio y se queda mirando a Dan a los ojos.
Es el primero que se interesa en saber por qué se metió en esa vida, es el primero, luego de Díaz, que quiere ayudarla. Y es el primero en reconocer que es una distracción para sus propósitos.
Dan no es tonto, pero es un hombre enamorado.
Y un hombre enamorado siempre será una di