Dante retrocedió un paso, mirando incrédulo hacia la entrada del hotel.
La boda se canceló.
"Lina la canceló", agregó el empleado en voz baja.
La expresión de la madre de Dante se enfrió al instante, agarró a Dante.
—¿Qué está pasando? Hoy se casan, ¿dónde está ella? ¿No estaba todo ya decidido?
La garganta de Dante se tensó, después de un momento, logró decir algo.
—Yo tampoco sé...
La mano con la que sostenía el celular temblaba. Marcó.
Ring... “El número que está marcando no contesta en este momento”.
Ella había apagado el celular.
Con el corazón hundiéndose, corrió como loco de regreso al apartamento. La casa estaba vacía.
El sofá estaba tan limpio como si nunca nadie se hubiera sentado en él.
En el baño no estaba su botiquín, la mitad del armario estaba vacío. Incluso la foto de los dos, que estaba sobre la mesa, había desaparecido.
Se quedó atónito.
Se había ido, limpia y decisivamente, como si hubiera desaparecido completamente de la casa, de su mundo.
En el calendario, estaba e