Mi vista va directo a ella cuando sale de aquel lugar y como un poseso me bajo del auto, camino con paso firme hasta llegar a su lado y cargarla en mi hombro.
—Bájame, ¿Qué haces? Sabes, tengo familia que depende de mí. Mi mamá, mi papá y abuela, bájame—la tiro contra la puerta del Range Rover y aspiro fuerte ese maldito aroma que me trae loco.
—Eres mía —y con esto beso su cuello, el maldito olor a sexo inunda mis fosas nasales lo que me dice que esta en celo.
No puedo con ésta tentación.
¿Mandarás todo a la mierda por una aventura del momento?
Freno de golpe. Miro sus bello rostro, tiene un tono rojo y su boca entreabierta, sus ríos están a los costados de su cara que la hacen ver totalmente inocente.