Amaris gimió ante el contacto de sus manos, que recorrían libremente su cuerpo, provocándole escalofríos de placer.
Ella soltó un grito ahogado cuando sintió que él le apretaba el m*embro entre las n*lgas, y lo dirigía hacia abajo para que se deslizara entre sus pliegues.
Despacio, Dave empujó sus caderas contra ella, atormentándola sin piedad mientras dejaba que la cabeza hinchada de su m*embro se deslizara sobre su entrada y a lo largo de su humedad, hasta rozar con insistencia su cl*toris.
Ella no pudo contener el gutural gemido que brotó de sus labios mientras su sensible protuberancia era atacada una y otra vez por la v*rilidad de él.
La sensación de sus labios contra la nuca, de sus manos dándole toda su atención a sus dos pechos mientras sus dedos hacían magia en sus p*zones, la sumió en una sobrecarga sensorial cuando la excitación que la recorría se apoderó de ella.
'Por favor…' Suplicó mientras su v*gina palpitaba de forma dolorosa por la desesperación que la estaba enloquec