El Alfa peligroso.
El Alfa peligroso.
Por: Mildred
Capítulo 01: La traición.

Una fuerte explosión me había despertado.

—¡Cloe!— Mi padre entro rápidamente a mi habitación. Tenía un fuerte olor a humo.

—¿Qué fue esa explosión?— Me había sentado en la cama.

—Fue una granada.— Contestó mi padre. Estaba comenzando a tomar su forma de lobo y eso tenía un significado.

Durante mis casi diecinueve años de vida, he pertenecido a ésta manada de lobos. Mi padre desde hace cinco años era el Alfa de ésta manada y su liderazgo había sido tan efectivo que nunca nos teníamos que preocupar por el ataque de una manada rival y si llegaba a ocurrir un ataque por parte de una manada rival. Mi padre tenía excelentes estrategias y derrotaba a las manadas rivales.

Casi nunca se le veía a mi padre estar en forma de lobo y si eso pasaba era porque tenía que ir a luchar para defender su manada.

—¿Vas a ir a luchar?— Le pregunte. Mi padre ya se había convertido en lobo por completo.

—Sí.— Dijo él, mostrando sus garras.

—¿Puedo ir?— Le pregunte y estaba tomando mi forma de loba.

—No. Te tienes que quedar aquí.— Me ordenó.

—Papá...

—¡Es peligroso!

Me quede en silencio.

Mi padre salió al exterior de la casa en su forma de lobo. Tres explosiones más se escucharon afuera. Me estaba comenzando a preocupar.

¿Cuál manada nos estaba atacando?

Me levante de la cama y me acerque a la ventana para ver la lucha desde está posición.

Podía visualizar una cantidad incontable de lobos luchando entre sí, desde arañazos hasta mordidas.

Por suerte, sabía distinguir a los integrantes de mi manada a la perfección. En nuestra forma de lobo teníamos nuestro pelaje color gris claro. La manada rival lo tenía de color negro oscuro.

—¿Cuál es el motivo de su ataque?— Preguntó mi padre, tomando del cuello a uno de los lobos negros de la manada rival.

—Solamente hemos venido a derrocarte y quitarte el liderazgo de ésta manada.— Contestó un lobo negro y por su tamaño llegue a la conclusión que se trataba del Alfa de esa manada.

—Primero muerto.— Dijo mi padre y con sus garras degolló al lobo que tenía en sus manos y lo dejo caer sin vida sobre el suelo y hojas secas, —?Quieren un muerto más?

Estaba observando todo desde mi ventana y podía ver muchos lobos sin vida en el suelo.

—Te queremos muerto a tí, Philippe.— Dijo el Alfa de la manada rival.

—¿Me vas a matar tú?— Preguntó mi padre, —Vamos a pelear tú y yo. ¡Alfa contra Alfa!

El lobo Alfa de la manada rival comenzó a reír. Mi padre estaba perdiendo la paciencia y en el momento en que se impulsó para saltarle encima para atacar...

Fui testigo de un movimiento traicionero. Sí, un movimiento traicionero. Un lobo de nuestra propia manada había tomado una rama de un árbol y se la impacto en la cabeza con mucha fuerza.

Mi padre cayó de rodillas y ese mismo lobo le propino un segundo golpe que lo desmayo.

—¡Papá!— Exclame tan fuerte que todos los lobos me voltearon a ver.

—Vayan por ella.— Dijo el Alfa rival, tomando a mi padre y usando sus garras para degollarlo.

Mi padre estaba muerto. Nuestra propia manada nos había traicionado. Ahora venían por mí y seguramente querían matarme.

Baje las escaleras rápidamente y escape por la puerta trasera de la casa. Todo era un caos afuera, llamas ardientes e integrantes de mi propia manada y de la manada rival me estaban persiguiendo. Mi único destino si quería salvarme era correr para el bosque.

*

En mi forma de loba había decidido trepar un árbol y quedarme en una rama para descansar. Por suerte me sentía segura en este lugar ya que era una de las pocas lobas con la habilidad de escalar árboles.

Correr durante largos minutos me habían privado la necesidad de llorar. Nunca me ha gustado llorar en público, sentía que eso demostraría clara debilidad de mi parte y eso era algo que mi padre me había enseñado.

“Nunca muestres debilidad ante nadie.»

Pero mi padre había sido traicionado y asesinado por integrantes de nuestra propia manada. Estaba llorando. Mi padre fue un gran Alfa durante su mandato de cinco años y su liderazgo había sido excelente.

Deje de llorar al escuchar unos pasos y unos aullidos, escondida entre las hojas de esa rama, visualice a los integrantes de mi manada y la manada rival.

—Busquen hasta debajo de las piedras!— Ordenó el lobo Alfa de la manada rival.

—¿Quién será el nuevo líder de la manada?— Preguntó uno de los integrantes de mi propia manada.

—Lo tienes ante ti.— Contestó el Alfa. Llegué a la conclusión de que él era el nuevo Alfa de nuestra manada... No, su manada ya que a partir de este momento dejo de ser integrante de ésta manada.

—¿Qué hay qué hacer con Cloe cuando la encontremos?— Preguntó otro lobo negro.

—La tenemos que matar.

Trague saliva.

—¿Matarla?— El nuevo Alfa había comenzado a reír, —No, la quiero viva. Ella me encanta y la quiero como mi Luna.

¿Qué? Éste degenerado después de asesinar a mi padre, pretende que me case con él y sea su Luna. Por supuesto que eso nunca iba a suceder.

—¿Por qué te quieres casar con ella?

—Fácil todo Alfa necesita una Luna que le dé herederos y además... Desde hace tres años he estado obsesionado con Cloe...

Mi corazón comenzó a latir dentro de mi pecho y no de amor, sino de pánico, ¿Este tipo está obsesionado conmigo desde hace tres años?

El Alfa después de mostrar sus garras, continuo:

—Por eso le pague suficiente dinero a algunos integrantes de la manada de Philippe para que lo traicionaran.— Él estaba riendo en su forma de lobo negro. Me estaba poniendo nervioso y tenía que tener cuidado de que mi nerviosismo no me hiciera caer, —Y ahora que su padre está muerto. Tengo el camino libre para tomarla y hacer con ella lo que me plazca la gana.

Todos los lobos comenzaron a reír y desde mi posición había comenzado a sustituir mi rostro lleno de lágrimas por un rostro lleno de rencor y sed de venganza.

—Ya vámonos de aquí.— Ordena el Alfa.

Todos los lobos se van del bosque. Me quedo en la cima del árbol por unos minutos más. Necesito tener seguridad de que se fueron por completo antes de bajar.

—Aqui voy.— Comienzo a descender del árbol hasta que finalmente llego al suelo.

Un impacto tan fuerte me derriba, haciéndome rodar sobre el suelo, llenando mi pelaje grisáceo de hojas secas.

—¡Que demonios!— Me levante.

Había un lobo negro delante de mí, estaba con una mirada llena de furia sobre mí.

Él se lanzó sobre mí. Pero por suerte logre esquivar su golpe y le arañe la mejilla. Él grito de dolor cayendo de rodillas sobre el suelo, lleno de ramas y hojas secas.

—Vas a pagar la muerte de mi padre.— Le dije y le salte encima con el objetivo de degollarlo.

—¡Espera, Cloe!— Él uso sus brazos peludos para sostener los míos.

—¿Cómo me conoces?— Le pregunte. Él me observo, —Claro eres integrante de la manada que asesinó a mi padre.

—Sí y no. Bueno lo era.

—¿Qué?— Lo libere. Él se levantó.

—Mi nombre es Matt.— Él extendió su mano peluda hacia mí. La tome y él la beso.

¿Qué fue eso?

—No quiero que me beses.— Le dije con seriedad, —Soy Cloe.

—Mi padre pertenecía a esa manada y ahí conoció a mi madre, producto de ese amor nací yo. Pero el Alfa estaba obsesionado con mi madre y asesinó a mi padre. Mi madre quería escapar conmigo. Pero él la intercepto y la mato. Yo escape.

—¿Hace cuánto tiempo fue eso?— Le pregunte.

—Hace un año, Cloe.

—¿Y qué has hecho durante todo este año?— Le pregunte con curiosidad.

—Logre volverme integrante de una manada de lobos blancos. Al principio no me querían aceptar por el color de mi pelaje. Pero le demostre al Alfa mi fidelidad y me gane su respeto.

—¿No me has dicho de dónde me conoces?— Eleve una ceja.

—Me gusta indagar los nombres de los integrantes de otras manadas.— Matt me había guiñado el ojo izquierdo.

—¿Y qué haces por aquí?— Le pregunte, —¿Por qué me atacaste?

—Mi Alfa quiere retirarse y necesita un sucesor.— Contestó él.

—¿Y eso qué? Eso no es una respuesta a mi pregunta.— Estaba seria.

—Mi Alfa quiere que yo tome el liderazgo de la manada. Pero con una condición.— Él me observo, —Tengo que buscar una Luna de otra manada, casarme con ella y así volverme el Alfa.

—Me parece bien.— Le dije, —Pero no vayas a buscar a mi pueblo. Nuestra manada traiciono y asesinó a mi padre.

—¿Qué? ¿Asesinaron a Philippe?— Él estaba sorprendido.

—Eso fue lo que pasó.

—¿Y qué vas a hacer?— Me preguntó.

—Solamente quiero tomar venganza.— Le dije con seriedad, —Todos ellos van a pagar la muerte de mi padre.

—Te puedo ayudar.

—¿Cómo?

—Unete a mi manada.— Dijo él.

—¿Cómo hare para que me acepten?

—Casate conmigo.

¿Casarme, yo?

—¿Me estás pidiendo que me case contigo después de que me atacaste?

—Fue un instinto de hombre lobo.— Contestó él en su defensa, frotando el arañazo que le hice en su mejilla, —Tú también me atacaste.

—Me defendí.— Lo corregí.

—En fin, los dos estamos buscando lo mismo: Venganza. Solamente quiero que te cases conmigo para obtener el título de Alfa de mi manada.

—¿Y eso qué tiene que ver?— Estaba confundida.

—Al yo volverme Alfa y al tú ser mi Luna, tendremos el suficiente poder para llevar a cabo nuestra venganza.

Mi padre desde niña me había dicho que tenía que casarme con un Lobo de su manada y que llevará tiempo conociendo.

Apenas estaba conociendo a Matt. Pero no podía negar dos cosas: Él era un lobo muy guapo y tenía toda la razón al decir que un puesto de Alfa en una manada nos daría el poder para llevar a cabo nuestra venganza.

—¿Entonces que piensas, Cloe?

Suspire.

—Acepto casarme contigo y ser tu Luna.— Le conteste.

El sonrió.

—Vamos tengo que llevarte con mi manada para que te conozcan.— Dijo él.

—¿Me ayudarías a recuperar el cadáver de mi padre?— Le pregunte.

—Por supuesto.— Contestó él, —Vamos tienes que conocer a mi manada.

Bueno, lo primero que espero es llevarme bien con los integrantes de esa manada.

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